Bonito embotado
Septiembre y Octubre son los meses perfectos para preparar nuestras conservas de bonito para todo el año, está en temporada y disfruta de su mejor precio, así que es ideal para hacer bonito embotado y comerlas durante el resto del año.
Ingredientes:
8 tarros
Dificultad: fácil
Tiempo: 2 horas + reposo
1 bonito del Norte limpio de piel y espinas y en filetes (4,5 kg de lomos limpios)
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Tarros nuevos
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es preparar nuestros tarros, es importante que sean nuevos o al menos que las tapas sean nuevas. Comenzamos esterilizando los tarros, hay muchas maneras de hacerlo pero quizás la más limpia y cómoda sea hacerlo en el lavavajillas a 70º.
Una vez hecho esto ya podemos empezar a preparar el bonito, es importante que esté sin piel y sin espinas, cortados los lomos enteros, quitamos la ventresca y la reservamos para cocinarla. Cortamos los lomos del mismo tamaño que los tarros, sin llegar a la rosca.
Llenamos cada tarro con 1 dedo de aceite de oliva virgen extra, introducimos los trozos de bonito del Norte y los acabamos de rellenar con aceite hasta justo donde empieza la rosca, dejamos los tarros reposar en la nevera 12 horas.
Pasado el tiempo acabamos de rellenar de aceite, veréis que el aceite se habrá ido recolocando y es posible que haya bajado de volumen.
Cerramos bien los tarros y los colocamos dentro de nuestra olla exprés Allure, es importante colocarle en el fondo un trapo limpio para evitar que los tarros al hervir golpeen el fondo de la olla y se ropan rellenamos de agua hasta sobrepasar un par de dedos de agua de los tarros. Cerramos la olla y cocinamos durante 45 minutos una vez salga el pitorro, presión 2 con el fuego al 5 (fuego medio-bajo).
Una vez acabado el tiempo dejamos enfriar los tarros totalmente dentro de la olla. Una vez fría abrimos la olla, rellenamos de agua si vemos que ha bajado, cerramos y cocinamos durante 15 minutos más una vez salga el pitorro, presión 2 con el fuego al 5. Pasado el tiempo retiramos y dejamos enfriar dentro del agua.
Una vez fríos reservamos en la despensa o en un armario donde no haga mucho calor. Lo ideal es guardarlos 3 meses antes de consumir. Una vez pasados los 3 meses solo hay que disfrutar de este productazo en ensalada, bocadillos, acompañando a un simple tomate o también los podemos regalar y seguro que nos lo agradecen.
Fotografías y receta by MJ.