Pollo con tomate
Si hay un guiso de pollo que nos traslade directamente a nuestra infancia este
seguro es el guiso de pollo con tomate de nuestras madres o abuelas, cuando no
existía la salsa de soja o al menos no la conocíamos por estas tierras la salsa de
tomate frito era la más popular.
Ingredientes:
1 pollo de corral troceado
2 ajos
1 cebolla
100 ml de vino blanco
1 cucharada de tomate concentrado
800 g de tomate triturado
400 ml de caldo de pollo
Perejil fresco
Aceite de oliva virgen extra
Pimienta negra
Sal
Preparación:
Cubrimos el fondo de una guisera con aceite de oliva virgen extra. Salpimentamos un pollo entero troceado a nuestro gusto.
Lo doramos bien por todos los lados y lo vamos reservando. Seguimos hasta acabar con todo el pollo.
En el mismo aceite echamos un par de ajos picados y los doramos. A continuación echamos una cebolla picada, una pizca de sal y removemos.
Cuando la cebolla esté pochada, vertemos 100 ml de vino blanco y dejamos reducir 5 minutos a fuego fuerte.
A continuación incorporamos una cucharada de tomate concentrado y removemos.
Echamos 800 g de tomate triturado, mezclamos bien y salpimentamos al gusto.
Tapamos y dejamos cocinar durante 15 minutos aproximadamente a fuego medioalto o hasta que el tomate esté frito y sin agua. El tiempo dependerá de la calidad del tomate triturado o si utilizáis tomate natural que tiene más agua.
Esto ya lo tenemos, os tiene que quedar con este aspecto.
Incorporamos los trozos de pollo nuevamente a la guisera, aprovechando también
los jugos que el pollo haya soltado.
Vertemos 400 ml de caldo de pollo o hasta que veáis que prácticamente está todo el pollo cubierto.
Mezclamos el caldo con la salsa de tomate, tapamos y dejamos cocinar a fuego bajo durante 1 hora.
Y aquí tenemos nuestro delicioso pollo con tomate. Espolvoreamos un poco de
perejil picado por encima y solo nos queda presentarlo en la mesa con 2 o 3 barras de pan. Mojar el pan en esta salsa no tiene precio.