Esta crema de calabaza con chile y jengibre está basada en la receta de la famosa modelo que abandonó las pasarelas por la cocina y que acabó teniendo un programa de cocina emitido en medio mundo, ella es Lorraine Pascale (podéis verla en España en Canal Cocina).
Esta receta de crema de calabaza asada tiene un sabor dulce, profundo y ligeramente especiado, un tanto picante (para los más atrevidos). La diferencia con otras cremas de calabaza está en que en lugar de hervir la calabaza, se tiene que asar en el horno, lo que hará que se potencie su sabor, sin duda, un plato que os aconsejo que hagáis por lo bueno y fácil que es.
Ingredientes
Para 1,2 litros (4 raciones):
- 1 calabaza de unos 800 g, sin semillas cortada por la mitad a lo largo
- 1 diente de ajo sin pelar y aplastado
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal marina y pimienta negra recién molida
- 50 g de mantequilla
- 1 cebolla grande pelada y cortada en daditos
- 1 pedazo de jengibre fresco de unos 2cm pelado y rallado
- 1 pizca de cayena molida o 1-2 chiles muy picantes
- 900 ml de caldo de pollo (o vegetal)
- Un chorrito de zumo de lima
- Para decorar y servir
- Un chorrito de leche de coco
- Unas hojas de cilantro fresco
Preparación
Precalentamos el horno a 220ºC y ponemos las dos mitades de la calabaza y el ajo en una bandeja para horno antiadherente. Hacemos unas marcas sobre la calabaza con un cuchillo y rociamos con una cucharada de aceite, salpimentamos y asamos durante unos 3035 minutos en el horno. Sabremos que está hecha cuando al clavar un cuchillo éste se descole con facilidad y esté suave de textura.
Mientras la calabaza está en el horno, ponemos la cucharada de aceite restante y la mantequilla en una cacerola a fuego lento. Añadimos la cebolla cortada a dados y salpimentamos. Dejamos que se ablande durante unos 20 minutos hasta que esté bien transparente y dorada).
Cuando esté lista la calabaza la sacamos del horno y dejamos que se enfríe un poco. Le quitamos la pulpa y desechamos la corteza. Agregamos el ajo de la calabaza a la cebolla, añadimos la calabaza, el jengibre, el chile y el caldo. Cuando empiece a hervir la retiramos del fuego.
Batimos durante unos minutos hasta que esté muy muy suave, os recomiendo que reservéis un poco de caldo por si no la queréis tan líquida. Rectificamos de sal y pimienta. Para servir podemos añadir un chorlito de lima, un poco de leche de coco y cilantro picado.