Enrique Sánchez

¿Siempre tuviste claro que querías ser cocinero?

Para nada. Siempre tuve claro que me gustaba cocinar, estar rodeado de cazuelas y frente a los fogones. Pero jamás pensé que me dedicaría a la cocina profesionalmente. Más aún, cuando en mi familia no había ningún antecedente familiar.

De hecho empecé a estudiar medicina. Pero un buen día, entendí que mi pasión por la cocina iba más allá de una simple afición. Cambié y ahí, comenzó todo.

¿Qué es lo más importante en un plato?

Para mí, todo plato tiene dos componentes fundamentales que definen el éxito de éste: el sabor y el momento. 

El sabor por encima de la estética. Aunque la presentación siempre suma, un plato con una maravillosa puesta en escena, si no está rico, difícilmente nos emocionará. 

Y toda receta o plato tiene su momento y su compañía. Este factor hace que una sencilla ensaladilla o unas croquetas hechas por tu madre, puedan hacerte sentir que estás disfrutando de un auténtico manjar de dioses.

Es más, muchos platos son auténticas fotografías que tenemos memorizadas y relacionamos con ese instante preciso en el que nos hicieron felices. Es lo que llamo la “memoria del estómago”.

¿Lo mejor de tu profesión? ¿Y lo no tan bueno? 

Lo mejor… El día a día, el concepto vigente de gremio y compañerismo, investigar, probar, rectificar, crear, descubrir y cocinar. Todo para recibir el premio de ver a tus comensales emocionarse y salir por la puerta del restaurante con una sonrisa.
Lo no tan bueno…  la crítica destructiva y los minutos que esta profesión le ha quitado a mi familia.         

¿Qué 3 cosas no pueden faltar en tu cocina?

Voluntad de hacer las cosas bien, buenas herramientas y materias primas de calidad.

¿Cuál es tu plato fetiche?

El puchero de mi madre. Más de 20 años en la cocina y sigo sin encontrar el punto que ella le da. ¡Delicioso!

Vemos que estás en buena forma! Y eres cocinero! ¿Nos podrías dar algún consejo sobre cómo cuidarse un poco en el día a día?

Bueno, el deporte es la forma que tengo de dedicar una hora en exclusiva para mí al día. Sin móviles, mails, llamadas, solo el deporte y yo. Suelo entrenar Crossfit bien temprano y eso me hace empezar el día de forma activa y con energía.

Para mi el cuidado y la salud de uno mismo está en algo tan sencillo como es el deporte y la alimentación.

Sabemos que siempre has colaborado con fundaciones sin ánimo de lucro aportando tu granito en la sociedad ¿cuál ha sido tu último proyecto de obra social?

En los temas solidarios no sé decir que no. Pienso que la solidaridad cambia a quien la recibe y a quien la entrega. Con el tiempo he descubierto que cuanto más colaboras y ayudas, mejor te sientes y más creces en valores como ser humano. 

Colaboro y estoy involucrado en varias fundaciones; pero con Unicef es a la que más tiempo dedico. Ahora estamos volcados con los refugiados de Ucrania.